Acompañar un duelo: no sé cómo ayudar
Durante la vida, las personas que nos rodean y nosotros vivimos muchos duelos, desde una separación o divorcio, hasta el fallecimiento de un ser querido. Aunque pueda parecer que se respeta hoy en día los duelos, especialmente los fallecimientos (porque el duelo parece estar más justificado al conllevar una muerte física), se puede caer fácilmente en respuestas y frases estereotípicas, que suelen hacer más daño que bien. Te daremos unos consejos para poder acompañar a personas cercanas en su proceso de duelo.
1. El duelo es de la persona, no tuyo.
Aunque el impulso de dar opinión, consejos o ayuda puede ser muy fuerte, cada uno lleva el duelo de diferente manera y su experiencia es lo único que importa. Puede que tú hicieras las cosas de diferente manera en un duelo similar, o que hayas visto lo que puede funcionar, pero no intentes imponérselo a esa persona. Como acompañante, solo puedes estar presente, dar tu amor y apoyo, aunque no tengas respuestas o soluciones.
2. Anticípate ayudando en las pequeñas cosas.
Si esperar que esa persona te pida ayuda, seguramente no lo haga, ya que en este momento estará en modo “supervivencia” y no tendrá la energía o el interés para identificar qué necesita y a quién pedírselo. Por ello, intenta anticiparte avisándole de forma concreta como estarás ahí (por ejemplo, estaré de 5 a 7 el lunes, para ayudarte a pasear al perro). Es importante que estemos presentes y accesibles, sin agobiar y dándoles espacio.
También puedes ayudar en tareas recurrentes y aburridas que puedan aliviarle la carga del día a día, como pasear al perro, recoger el correo, hacer la compra, etc. Ten en cuenta que otro tipo de tareas pueden ser más delicadas, y que debes preguntar primero, ya que pueden ser significativas para la personas (aunque no para ti), especialmente si son reversible, como limpiar la casa o lavar la ropa: puede que esa botella vacía que vas a tirar, para ayudar de la mejor manera, sea la última cosa que una persona difunta tocó, o que el olor de una camiseta sucia sea algo a lo que esa persona se aferre.
Si se trata de tareas relativas al duelo (organizar el funeral, repasar los bienes en común, recoger la ropa de la expareja, etc.), ofrece la ayuda que quieras y puedas dar: aunque sea esa persona quien vaya a decidir, puedes acompañarle, haciéndoselo más ameno.
3. Céntrate en el presente.
Surgen de forma natural los comentarios sobre el pasado o sobre el futuro, pero no ayuda hablar de qué ocurrirá (con frases generalizadas como “todo estará bien”), ni del bienestar o felicidad que hubieran experimentado anteriormente (“al menos disfrutaste de esta persona años”). Es el momento de sentir el malestar, no podemos quitárselo y es injusto invalidar su dolor o menospreciarlo porque hubiera buenos momentos o porque creamos que el futuro será mejor (porque no podemos garantizarlo). Céntrate en lo que sabes al 100%: “esto duele, ahora mismo se siente fatal, estoy aquí para acompañarte y te quiero”.
4. Esto no tiene nada que ver contigo.
Durante el duelo, la persona puede pasar por muchas emociones y tiene derecho a sentirse desbordado. Esto puede generarte malestar, ya que puede herir tus sentimientos, ya sea por comentario que realicen o porque necesiten un espacio a solas (o en el que tú no estés). Ahora mismo, esa persona no puede cuidarte ni cuidar vuestra relación, no porque no quiera, sino porque no tiene espacio mental o energía para ello. No te lo tomes como algo personal, y busca apoyarte en otras personas, especialmente si decides estar presente mientras hace su duelo.
Especialmente, si su duelo resuena con el tuyo, o te genera mucho malestar presenciar el dolor de alguien, recuerda que tienes derecho a retirarte, ya que estar presente mientras alguien al que quieres sufre no es NADA FÁCIL.
5. Designar una persona que filtre el resto del mundo.
La cantidad de personas que quiere ayudar o la cantidad de información que recibir del mundo exterior pueden ser demasiado para la persona. Intentad elegir a una persona cercana y de confianza (o si eres tú) para ser el puente con todas esas personas que quieren dar o recibir información, para poder reducir lo abrumador que puede ser. Además, es importante poder normalizar el duelo, especialmente si te preguntan por esa persona: verbalizar que el duelo no tiene tiempos establecidos y que las reacciones son variadas (incluso poco consistentes, estando mejor en algunos momento y en otros peor).
Si tu duelo, o el de un ser querido a tu alrededor, se está complicando, no dudes en contactar con nosotras, desde Quiero Psicología, estaremos encantadas de poder ayudarte a gestionar todas las emociones y situaciones que aparezcan
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