Enfermedades psicosomáticas: cuando el cuerpo habla
Es probable que al leer el título del post te hayas preguntado qué son las enfermedades psicosomáticas. Para entenderlo mejor, pondremos dos ejemplos.
Imaginemos a una mujer que durante unos meses ha sentido dolor en una mano. Ha sufrido un periodo de estrés agudo en el que ella no ha reparado. Ante esa preocupación, acude a diversos médicos y tras varias pruebas no hay explicación orgánica para su molestia. Es posible que continue por una peregrinación a diferentes especialistas sin obtener una respuesta.
Imaginemos ahora a un hombre recientemente separado. Su mujer ha roto la relación y él no se esperaba esta decisión. Se ha aislado de su entorno y siente mucha rabia constante desde que ocurrió. Ha sufrido un infarto de miocardio.
Estas situaciones se diferencian en que en el primer caso la persona está sufriendo una dolencia que no puede explicarse desde un diagnóstico médico. En el segundo caso, la afección psicosomática se presenta en forma de enfermedad (infarto). A su vez también tienen algo en común y es que ambas pueden ser abordadas desde la medicina psicosomática, puesto que en los dos casos los factores psicológicos están implicados.
No hay mente separada del cuerpo.
¿Qué es la psicosomática?
Inicialmente el término “trastorno psicosomático” se refería a aquellas enfermedades cuyo inicio estaba relacionado con factores psicológicos. En su concepción más actual, no se reduce a eso, sino que se considera que el desarrollo de una enfermedad surge en un sistema donde el cuerpo, el individuo y su contexto están en constante interacción. De hecho, la OMS define la salud, no como ausencia de enfermedad, sino como “un estado de completo bienestar físico, mental y social”.
¿Cómo se presentan en nuestra vida?
Es más que probable que en determinado momento de tu vida hayas sufrido problemas de acné repentino. No es casualidad que muchos síntomas físicos sean dermatológicos, es la superficie que nos separa del entorno y donde se plasman las emociones. De ahí frases como “tienes la piel muy fina” “tengo la carne de gallina”.
En el siguiente listado, aparecen los tipos de enfermedades psicosomáticas más frecuentes.
- Diabetes
- Afecciones gastrointestinales: síndrome de intestino irritable, úlceras
- Afecciones cardiovasculares: hipertensión, infarto de miocardio.
- Dermatología: acné, eczemas, psoriasis, alopecia areata, dermatitis
- Trastornos del sueño
- Aparato respiratorio: ej. asma
- Dolor crónico: Fibromialgia, artritis reumatoide
- Migrañas, cefaleas tensionales
Factores influyentes en la vulnerabilidad a las enfermedades
Experiencias tempranas y estrés:
En las primeras experiencias vitales cualquier elemento resulta novedoso y requiere de una respuesta para su adaptación y posterior integración. Numerosos estudios han relacionado la importancia de las figuras de apego para la regulación de estas primeras experiencias. Si el cuidador principal no traduce esta experiencia en elementos entendibles para el menor, este evento generará miedo y desconcierto y asumirá creencias erróneas sobre sí mismo y el mundo. A veces afectará generando una hiperactivación del eje de estrés y también se ha observado que en función de la experiencia puede generar una baja activación del mismo como una forma de desconectar de la situación y tener cierta seguridad. Sea como fuera, su implicación futura es importante ya que, si tanto por exceso como por defecto el cuerpo no reacciona en proporción con la carga de estrés, no se produciría la adaptación adecuada dejando al cuerpo en una situación de alta vulnerabilidad.
Eventos traumáticos:
Cuando una situación supone un alto impacto emocional hay una desconexión con la parte del cerebro que integra toda la información de la experiencia, pero quedará recogida en el cuerpo en forma de sensaciones. El trastorno psicosomático es el lenguaje del cuerpo cuando no podemos poner en palabras algo que nos sobrepasa. Se bloquea el sufrimiento, pero se abre una puerta a la expresión mediante la enfermedad del cuerpo.
Red de apoyo social:
La red de apoyo es un factor de protección de la salud puesto que ayuda a disminuir los niveles de estrés y por ende disminuye la vulnerabilidad a enfermar. Indudablemente, si se ha desarrollado enfermedad tener una red de apoyo ayuda a soportar el impacto emocional que supone recibir un diagnóstico y puede contribuir favorablemente al curso de la enfermedad.
Factores de protección de la salud:
Hace referencia a la relación de estilos de vida insanos y el desarrollo de enfermedades frecuentes como por ejemplo la diabetes.
¿Cómo puede ayudar la terapia?
Como hemos comentado el estrés juega un papel fundamental en el desarrollo y evolución de las enfermedades, por lo tanto, la terapia puede ayudar a adoptar estrategias de afrontamiento más adaptativas y adquiriendo herramientas para el control de la activación.
También se ha relacionado la presencia de trastornos psicosomáticos con la alexitimia (literalmente significa “sin palabras para las emociones”). Desde la terapia se puede abordar trabajando en la regulación emocional, puesto que ayudar a identificar y a gestionar las emociones va a contribuir a que disminuyan los niveles de estrés y malestar.
Señalamos al inicio del post, que la mente y el cuerpo son un todo en sí mismo. Desde esta visión podemos entender que trastornos comunes como la ansiedad y la depresión van a dejar al cuerpo en una situación de vulnerabilidad por el propio desgaste de hacer frente a la situación de malestar. Asimismo, desarrollar una enfermedad con frecuencia se relaciona con la presencia a posteriori de ansiedad y/o depresión. Por tanto, la terapia puede ayudar a abordar esta sintomatología con el fin de disminuir su interferencia en su día a día y aumentar la calidad de vida de la persona.
Es importante ver en qué contexto y momento se ha desarrollado la enfermedad, puesto que a veces el órgano dañado es un símbolo, como si el cuerpo supiera algo que la mente no.
En estos casos, la terapia puede ayudar a acceder a este evento traumático, poder procesar la información e integrarla con su propia historia.
Si ahora estas sufriendo una enfermedad y te has sentido identificado con lo comentado, desde Quiero Psicología podemos ayudarte.