¿Qué es la cultura de la violación?
Puede que muchxs de nosotrxs pensemos que en nuestro país ya se ha conseguido la igualdad total entre hombres y mujeres o que estemos muy cerca de conseguirla, de hecho, España es el sexto país con mayores índices de igualdad entre hombres y mujeres de la unión europea. Sin embargo, cada año crecen de forma significativa las denuncias por delitos contra la libertad sexual.
Actualmente se denuncian seis violaciones al día, es decir, una cada cuatro horas. Pero ¿cómo es posible que estemos avanzando tanto en igualdad y que al mismo tiempo haya cada vez mas denuncias por delitos sexuales?
Por una parte, hay que tener en cuenta que cada vez denunciamos más, puesto que estamos mucho más concienciadas al respecto, no obstante, no denunciamos porque sí, si hay denuncias es porque hay violencia.
Por otra parte, ha habido una incidencia en este tipo de delitos porque según afirman lxs expertxs, algunos han visto peligrar sus privilegios y continuar ejerciendo este tipo de violencia es una forma de seguir posicionando a las mujeres en una situación de subordinación.
Además, partidos políticos con gran representación parlamentaria han negado en reiteradas ocasiones la violencia de género. Hace menos de un año se intentó tumbar la ley “sólo sí es sí” por considerarla “innecesaria”, “una caza de brujas” y por asegurar que criminaliza a los hombres, además de ridiculizar que se ponga en el centro el consentimiento.
Este tipo de discursos tan habituales, sostienen la cultura de la violación.
¿Qué es entonces la cultura de la violación?
La cultura de la violación es un término utilizado para referirse a sociedades que normalizan la violencia sexual, al ignorarla, minimizarla o fomentarla con actitudes misóginas. Básicamente consiste en normalizar cualquier tipo de violencia sexual al considerarlo algo cotidiano, negar la gravedad o el daño, culpar a la víctima o partir de una concepción estereotipada de lo que es una agresión sexual o de cómo es un violador. Es decir, solo se consideran violaciones las que se llevan a cabo bajo coacciones y agresividad y los violadores son enfermos mentales y/o psicópatas.
Lo que no encaja dentro de eso no se considera una violación y muchos abusadores tampoco se perciben como tal porque son personas adaptadas y con un buen circulo social que los respalda, además lejos de considerarse abusadores, son calificados por gran parte de la sociedad como “machotes”.
Sin ir más lejos, hace unos días, uno de los streamers más seguidos de España, llamó “trucazo” al hecho de ir a las discotecas sin consumir ningún tipo de sustancia y “llevarse a pibas que sí estaban colocadas”, además al colega protagonista de tal hazaña lo denominó “crack, fuera de serie y un puto pro».
Mientras que al hombre se le alaba por cometerun acto cuanto menos cuestionable, las mujeres tienen que escuchar este tipo de frases:
Normal que te digan cosas, mira cómo vas vestida.
Es que bebes mucho, no tienes cuidado.
No dijiste que no.
Dices que no, pero en el fondo quieres tema.
¿Cómo quieres que te respeten si no te respetas a ti misma?
¿Dónde ibas tus sola a esas horas por la calle?
Si no querías follar, ¿para qué fuiste a su casa?
¿Quién te va a violar a ti con lo fea/gorda que eres?
Voy a invitarla a una copa, a ver si ‘cae’.
A ‘esta’ la emborracho y me la ligo.
Normal, si es que vas provocando.
En definitiva, aun queda mucho por hacer, empezando por no repetir este tipo de discursos ya que hacen apología de la violación. Y si tú dices o has dicho este tipo de frases te invitamos desde aquí a que te lo pienses.
Si te has sentido identificadx con este post por haberte sentido cuestionada, en Quiero psicología podemos ayudarte.
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