Salud mental en personas trans: mitos y realidades
Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, y octubre también es un mes dedicado a la visibilidad trans. Esta coincidencia nos invita a reflexionar sobre un tema que suele estar atravesado por prejuicios: la salud mental de las personas trans.
El mito
Todavía persiste la idea de que “las personas trans tienen más problemas psicológicos porque son trans”. Este mito refuerza estigmas y coloca la identidad trans como una condición patológica.
La realidad
Las investigaciones y la experiencia clínica muestran que ser trans no es un trastorno. Los problemas de salud mental que con frecuencia atraviesan las personas trans (como ansiedad, depresión o estrés postraumático) no son consecuencia de su identidad de género, sino de los contextos de discriminación, exclusión y violencia a los que se enfrentan día a día.
Factores que impactan negativamente en su salud mental incluyen:
La falta de acceso a tratamientos médicos y acompañamiento psicológico especializado.
- El rechazo familiar o la expulsión del hogar.
- La discriminación en el colegio, trabajo o sistema de salud.
- La violencia física y verbal.
El suicidio en la población trans
Diversos estudios señalan que las personas trans enfrentan tasas alarmantemente altas de ideación y conducta suicida. En algunos reportes internacionales, más del 40% de personas trans ha pensado seriamente en quitarse la vida y un porcentaje significativo lo ha intentado al menos una vez.
Pero, nuevamente, es fundamental aclarar:
No es la identidad trans la que genera estas cifras, sino la hostilidad del entorno.
La exclusión, el rechazo familiar, la transfobia y la violencia sistemática son los verdaderos factores de riesgo que ponen en peligro la vida de este colectivo.
Por el contrario, investigaciones muestran que cuando existe apoyo social y familiar, las tasas de suicidio descienden drásticamente. Algo tan simple y poderoso como llamar a una persona por su nombre y/o pronombre elegido puede reducir significativamente la ideación suicida en adolescentes trans.
Factores protectores
La buena noticia es que existen factores protectores que fortalecen la salud mental de las personas trans y previenen el suicidio:
- Aceptación y apoyo familiar: el pilar más determinante.
- Respeto por el nombre y pronombres elegidos.
- Acceso a atención psicológica afirmativa, que acompañe la identidad en lugar de cuestionarla.
- Redes de apoyo y comunidad, que generan pertenencia y resiliencia.
- Políticas públicas inclusivas, que garantizan derechos básicos.
Reflexión
La verdadera pregunta no debería ser: “¿Por qué las personas trans tienen más problemas de salud mental o mayores tasas de suicidio?”, sino:
“¿Qué estamos haciendo como sociedad que afecta negativamente su bienestar y pone en riesgo sus vidas?”.
El desafío está en cambiar el foco: la identidad trans no es un problema a resolver; lo que necesitamos transformar son los prejuicios, las estructuras excluyentes y la falta de apoyo social.
En este mes de la salud mental y de la visibilidad trans, recordemos que promover el respeto y la inclusión no solo es un acto de justicia, sino también una forma concreta de prevenir el sufrimiento y salvar vidas.




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