Año nuevo ¿propósitos nuevos?
¡Bienvenidos al 2022!
Quizás muchos de vosotr@s hayáis terminado el año haciendo una reflexión de lo que ha supuesto en vuestras vidas, pues como diría Mecano: “Hacemos el balance de lo bueno y malo, cinco minutos antes de la cuenta atrás”. Y ¿cómo sale este balance? Cuando se refiere a los objetivos planteados en el año anterior, en muchas ocasiones es negativo ya que nos damos cuenta de que llevamos arrastrando nuevos objetivos durante años y que no terminan de llegar. En este post veremos por qué ocurre esto y cómo podemos afrontarlo.
¡Año nuevo, vida nueva! O no
Es un dicho muy habitual, lo cierto es que no siempre es real.
Cuando nos planteamos nuevos objetivos empezamos a fallar en el planteamiento de los mismos. En Internet se pueden encontrar listados con un sin fin de propósitos (dejar de fumar, hacer deporte etc.), pero si una persona que no ha probado el tabaco lee “dejar de fumar” no tendrá trabajo que hacer, lo mismo que le ocurriría a alguien que corra maratones si en esa propuesta lee “hacer más deporte”. Llevado a lo absurdo, se ve cómo puede ser inútil tirar de los propósitos prestablecidos.
Además, es habitual que en la lista de objetivos estén siempre los mismos, véase hacer más deporte, apuntarme a inglés, encontrar pareja, etc. A veces los objetivos nos mantienen vinculados con los demás (ej. Hacer dieta a la vez que nuestra pareja, ir junto con un@amig@ a inglés) y puede hacer más llevadero el proceso, pero no es garantía de éxito. Y esto no es casual. Es fácil que abandonemos en el camino porque nos esforzamos en perseguir los objetivos que están reforzados socialmente. En busca de ese reconocimiento, hacemos lo que se espera de nosotros y nos olvidamos de lo que es realmente importante en nuestras vidas. El motor más eficaz será actuar conforme a nuestros valores y echarnos nuestra propia gasolina.
Haz tu propia lista de objetivos
Imagina que tu vida esun jardín y tú eres el/la jardinero/a que lo cuida. Las plantas, flores y árboles que tienes en tu jardín representan las áreas que más te importan en tu vida y marcan el camino hacia donde quieres dirigir en tu vida. Esos son tus valores.
Ahora reflexiona sobre las siguientes preguntas: ¿Cómo es tu jardín? ¿Hay plantas, flores y /o arboles? ¿Cuánto espacio ocupa cada una? ¿Cuáles sueles cuidar a diario? ¿Hay algunas que hace tiempo que no riegas y se han marchitado? ¿Cuánto tiempo pasas quitando las malas hierbas? ¿Cómo te gustaría que cambiase tu jardín?
Teniendo esto en cuenta, elige aquella área que desees mejorar y plantéate una meta para remar en esa dirección.
Diseña tu objetivo
Traduce tu meta en un objetivo. Es necesario diseñarlo bien ya que si no somos específicos, no sabremos si lo hemos conseguido. Para ello es importante que:
- Sea medible ya que no es lo mismo “Correr más” que plantearse “Correr 5 km en el plazo de un mes”.
- Establezcas un plazo de tiempo para iniciar y llevar a cabo tu plan de acción. ¡Ojo! Esto significa comprometerse en alcanzar dicho objetivo en un tiempo si tienes que descomponerlo en pequeños pasos, pero nada tiene que ver con romper radicalmente tu rutina el mismo día 1 de enero. De ser así, es probable que el coste de hacerlo supere nuestras ganas de perseguir el objetivo.
- Sea alcanzable: Quizás es uno de los parámetros más importante a tener en cuenta. El objetivo tiene que activar lo suficiente para ser un reto, pero no tanto como para no poder ser alcanzado dentro de tus circunstancias o si no dispones de las herramientas suficientes. Valora las barreras que pueden aparecen en el camino y cómo podrías sortearlas.
Siguiendo con el ejemplo anterior, si nunca has corrido es fácil que no logres correr un maratón en dos semanas y es más que probable que la simple idea te bloquee y haga que no pases a la acción. Aquí daríamos la bienvenida a la procrastinación, esa tendencia a decir “ya lo haré mañana”.
Procrastinación. Vs. Propósitos de año nuevo.
Si bien es necesario tener en cuenta que el objetivo tiene que ser asequible, es igual de importante atender a nuestro dialogo interno, pues a veces nos anima a aplazar tareas constantemente. Párate a pensar en una actividad que hace tiempo que quieres iniciar pero que no realizas y escucha qué te estás diciendo. Es posible que aparezcan pensamientos como:
“Me da pereza” (el gran disfraz de la procrastinación)
Si se trata de nuevos retos donde puede que tus capacidades se evalúen “No voy a poder” “Lo voy a hacer mal” “Para qué lo voy a intentar”.
Si se trata de un objetivo de autocuidado, puede aparecer cierta dificultad para reservar tiempo para uno mismo bajo el pensamiento “Debería estar haciendo X cosa en vez de esto”. “No tengo tiempo”.
Tras estos pensamientos hay varios obstáculos que impiden pasar a la acción. Puede que tengas miedo a fracasar, pero ¿por qué ibas a hacerlo mal? ¿es necesario hacerlo bien? Quizás te equivoques en el camino, pero es parte del proceso. No estamos hablando de hacerlo bien, estamos hablando de hacerlo, no en busca del éxito ni del resultado, sino por las ventajas que supondrían en tu vida.
Puede que consideres que otras cosas son más importantes que la nueva meta que te planteas y te cueste invertir en ti más allá de las obligaciones diarias. Lo cierto es que el simple hecho de que esto nos genere malestar es la señal más significativa de que debemos generar este espacio personal. Tenemos que recorrer el camino contrario, haciendo cosas por el mero placer de hacerlas.
Eres más que un objetivo
En este post hemos hablado de como facilitar el camino para alcanzar TUS PROPIOS propósitos en este año nuevo que acaba de empezar. No obstante, no debemos evaluarnos en función de si los conseguimos alcanzar, puesto que esa crítica no ayudará a avanzar ni es representativa de todo lo que conseguimos en nuestro día a día.
Haz un balance del año siendo más amable contigo mism@. Ha sido un año rodeado de circunstancias adversas, pero puedes empezar valorando en qué aspectos ha podido mejorar tu vida. Si los pensamientos se van a sucesos negativos, piensa en cómo has afrontado esa circunstancia, reconoce tus recursos y herramientas y ponlas en valor. Permítete señalar el avance pese a las dificultades puesto que eso sí es un éxito.
Si quieres comenzar a mejorar algún aspecto de tu vida, desde Quiero Psicología podemos ayudarte.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!