5 «Red flags» o señales de alerta en una relación
Cuando una relación ha salido mal y ha pasado el tiempo ¿te has planteado o dado cuenta después de las señales de toxicidad que ignoraste en esa persona?
Imagino que si estás en una relación que no va bien, o si has tenido varias relaciones serias que no han acabado en buen puerto, tú mismo te has dado cuenta de unos cuantos indicios a los que tienes que prestar atención cuando conoces a una persona porque has comprobado que a la larga no suelen acabar muy bien.
A eso es a lo que se le llama en inglés «red flag», traducido literalmente: «bandera roja». Viniendo a indicar que el comportamiento de la persona es algo que no deberías ignorar y deberías marcar como dañino o tóxico, y, que si ves varias, que además, no cambian por mucho que se hable, deberías plantearte si quieres o debes continuar con esa persona.
¿Cuáles con esas «5 red flags»?
Desaparece sin dar más explicaciones.
Una cosa es que las personas tengan cada una su propio espacio, algo sano y necesario, un espacio que no se limite a la pareja, que cada persona tenga sus amigos, su ocio, su espacio personal. Y es más cierto que alguien no debe darte explicaciones sobre lo que hace en todo momento (más aún cuando apenas te conoce), pero alértate si esa persona te deja de hablar de repente durante periodos medianamente largos de tiempo sin interesarse ni por cómo estás tú ni qué te ha pasado. Te dice que te llamará y no te llama. Te cancela el plan en el último momento siempre. En general le da igual cómo te sientas tú con lo que haga él. No asume ninguna responsabilidad emocional y es completamente opaco, alega reiteradamente que «es que no quiere compromiso» y que «le estás controlando».
Si esto te hace no sentir tenido en cuenta y más aún, encima intenta culparte de que eres tú el que es una «histérica» o un «controlador». No luches contra ti mismo sintiéndote mal para que no te tomen por tal y restringas los mensajes que mandas o las cosas que dices. Aléjate. Esa persona no quiere el mismo compromiso o no tiene los mismos ritmos que tú. No lo fuerces, ni esperes algo distinto.
Es demasiado intenso.
La intensidad en este mundo de amor romántico pasa desapercibida o se pinta como el «amor verdadero». Si quiere darlo todo desde el momento uno sin conocerte, si no respeta tus ritmos y quiere involucrarse todo el tiempo en sus planes, te presenta a amigos y familia escasamente a la semana y tiene ya planes de futuro a los 3 días, peligro. Sé que a lo mejor se vive como el súper amor de la vida, pero deberías planteártelo.
Cuidado, es normal tener interés si la persona te gusta, querer que seguir involucrándose en la relación, desarrollar sentimientos cuanto más tiempo lleves en ella y querer que la relación sea pública y no secreta, pero no todo de pronto a los dos días. Aclaramos esto porque también es una red flag que explicamos en el punto siguiente.
Cualquier emoción normal la tacha de intensa.
Desde el principio no has podido hablar de tus emociones porque parece que le abruman o no le interesan. Incluso hasta tus emociones ajenas a la relación, sobre si estás triste o con ansiedad, es decir, las negativas, las intenta censurar. Te dice que no llores, que ya está, o te mira extrañado porque no entiende tus «intensidades». Sin embargo otras personas, sobre todo las que consideres referencia en tu vida, sí las entienden, sí las recogen y te dicen que son normales.
Aquí sí lo pondré en mayúsculas: HUYE. Esto además, es un comportamiento muy típico en parejas heterosexuales del hombre a la mujer ¿por qué? porque es evidente que el heteropatriarcado ha enseñado a los hombres a anular las emociones como algo de «débiles» y entonces no saben gestionarlas. Pero esto sólo hace que te sientas tú misma anulada, histérica y demasiado intensa. Spoiler: no lo eres.
No puedes expresar lo que te molesta de esa persona porque le da la vuelta a la tortilla.
Cada vez que le dices algo que hace te hace sentir mal (sea grande o pequeña la queja) siempre le da la vuelta al a tortilla, y en realidad el culpable eres tú. Hay varias tácticas para darle la vuelta a la tortilla: se enfada tremendamente (diciendo que lo que le dices es injusto, que eres horrible diciendo eso, o directamente derivando el tema hacia una tercera conversación que nada tiene que ver con lo que tú le has mencionado), otra manera es haciéndose aún más la víctima «que tú le has hecho daño acusándole de eso», y su drama acapara todo con lo que no obtienes ningún consuelo, ni eres escuchado, otro modo también sería el pasivo: haciendo como si nada, no teniéndolo en cuenta, o castigándote con la ley del silencio o retirando su afecto, al final haciéndote entender de otra manera que tú eres la que ha hecho algo malo.
Como he dicho en la anteriores: deberías re-pensarlo todo, deberías poder expresarte, si no, a la larga, acabarás completamente anulado, porque permanecer en la relación significará que tendrás que callártelo o resignarte a que jamás se tenga en cuenta lo que sientes.
Y un gran clásico: los celos.
Si al principio su amor simplemente te parecía muy entregado porque quería saber de todos tus amigos, o dónde estabas o lo que hacías (pero de buenas) y eso se ha convertido en una persecución extrema de dónde estás y con quién, te monta pollos por salir con amigos, por mirar a una persona por la calle, y por tener tu propio espacio porque entiende que todo el tiempo libre se lo deberías dedicar a él o ella. Te tengo una noticia: no va a ir a mejor, no se va a calmar porque le informes de dónde estás o porque le dejes tu móvil o las claves del mail. Sólo irá a más. La persona se comporta así porque es celosa, no porque tú hagas nada malo, y seguirá siéndolo después, y es más, cuando más controlada tenga a su pareja, más controlada querrá tenerla porque eso le calma.
Si tengo estas red flags ¿qué hago?
En todas estas situaciones siempre cuenta con un observador externo y medianamente imparcial que pueda ayudarte a dilucidar si son de la manera que tú las ves, habla con tus amigos o con alguien de tu familia y toma las decisiones buenas para ti. Habla con la persona en cuestión y plantea el problema tranquilo y fuera de una bronca o un reproche, lo primero. Pero si ves que no cambia nada da igual lo que se hable, recuerda: el amor no todo lo cura, y que la personas no pueden cambiar si ni quiera reconocen que tienen un problema.
Si aún así te enganchas a relaciones con estas, u otras, red flags, quizá tengas que sanar la manera en la que te relacionas para poder vivir plenamente una pareja, ya sabes que en Quiero Psicología podemos ayudarte, y de hecho, estamos especializadas en ello.
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