¿Cómo me ha podido afectar la LGTBfobia?
Cualquier persona LGTBI+ crece sabiendo que no acata lo «normal».
No eres lo normativo
¿Alguna vez has ido de la mano con tu pareja y has notado cómo te observan? ¿Si os habéis dado un beso, han hecho comentarios despectivos? ¿Tu familia no cree que estés “seguro” de tu decisión? ¿Tus amigas te han preguntado que desde cuándo te gustan las chicas?
No ser heterosexual cisgénero (sentirse identificado con tu género biológico) tiene repercusiones que afectan a nivel personal, social, familiar y laboral. Existen estudios que evidencian la mayor exposición a situaciones estresantes por parte de personas LGTBI+ , especialmente aquellas cuya orientación sexual y/o expresión de género es más visible.
LGTBfobia, definición y tipos
LGTBfobia
Es cualquier manifestación de odio a personas LGTBI+ que surge del miedo o la antipatía, y que tienen la connotación de ver a esas personas como inferiores, anormales o diferentes. Según el colectivo al que vaya dirigido se clasifica en: homofobia, lesbofobia, bifobia, plumofobia, etc.
Diferenciamos también si la LGTBI+fobia viene desde fuera o desde dentro, es decir:
LGTBI+fobia externa o social
Son actos discriminativos por parte de gobiernos, empresas, comunidades, etc., que se realizan mediante conductas intolerantes, entre otras formas. Pongamos el ejemplo de una empresa que, tras conocer la orientación sexual de un trabajador, le despide por cualquier motivo sin tener una justificación real y que justo coincide cuando la persona ha expresado públicamente dicha orientación sexual.
LGTBI+fobia interiorizada
Implica la aversión a los propios sentimientos y comportamientos siendo uno mismo del colectivo LGTBI+, por ejemplo, rechazando o negando su expresión de género por vergüenza o teniendo actitudes hostiles hacia otros miembros del colectivo.
¿De qué manera la sociedad no me hace sentir «normal» si soy LGTBI+?
¿Sientes vergüenza a la hora de expresar tu orientación sexual porque no hay nadie en tu entorno que esté en la misma situación?
¿Te niegas a aceptar que, a pesar de que siempre te han gustado las chicas, ahora te gusta un chico?
¿Llevas tu relación en secreto por miedo al qué dirán?
¿Intentas controlar tu expresión corporal para que los demás no te insulten o te estigmaticen?
¿Inventas que tienes pareja del género contrario para que dejen de preguntarte si tienes pareja?
¿Has tenido ansiedad por no saber cómo contar a tus padres cuál es tu orientación sexual?
¿Te piden que no hagas pública tu relación hasta que ‘estés segura’?
¿Te han insultado o incluso agredido físicamente por la calle?
¿Has tenido que inhibirte por estar en algún lugar en el que no sabes si serás rechazado?
Todas estas preguntas son solo la punta del iceberg, cosas que una persona heterosexual cisgénero ni siquiera tendría que plantearse. Lo que hay detrás (y muchos estudios lo señalan) es la mayor vulnerabilidad a desarrollar trastornos del estado de ánimo y la ansiedad debido a la mayor exposición a una impredictibilidad y estrés constantes.
¿Cuáles son las consecuencias que sufro entonces?
Además de lo dicho anteriormente las consecuencias pueden ser:
– Estrés al romper el modelo tradicional que se presupone (presunción de heterosexualidad).
– Problemas en la propia identidad o tardar más tiempo en formar la identidad de uno mismx.
– Relaciones de pareja fusionadas con el consiguiente aislamiento.
– Menor red social (y/o sentimiento de soledad).
– Mayor dificultad a la hora de independizarte con tu pareja, tener hijxs, etc.
– Falta de espacios específicos, de información en educación sexual y riesgos de ITS.
– Riesgo de no acceder a servicios sanitarios o que estos no se adapten a tu realidad: falta de diagnóstico y tratamientos.
– Violencia intragénero: riesgo de sufrir violencia en tu pareja del mismo sexo /género y que no seas atendidx.
– Consecuencias psicológicas como: culpa, tristeza, frustración, impotencia, rabia, miedo, etc., rechazo familiar, social, laboral. O incluso el de uno mismo, lo que implica mayor probabilidad de suicidio, de sufrir depresión, de tener trastornos de ansiedad y consumo de drogas, etc.
– Sufrir agresiones verbales o físicas por ser LGTBI+ (insultos, palizas, miradas hostiles, etc.). Todo ello contribuye a minar la autoestima de forma gradual llegando en muchos casos a hacer insostenible la situación. Si te identificas con algo de lo que has leído y consideras que necesitas ayuda profesional, en Quiero Psicología contarás con profesionales formadas para ayudarte a gestionar la situación en la que te encuentres. Pide ayuda ahora. Contacta aquí.
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