¿Estoy en una relación tóxica?
Hoy en día todos podemos sufrir en una relación tóxica o incluso ser víctima de maltrato psicológico y/o físico en nuestra pareja.
Si he empezado a limitar mi vida, a dejar relaciones de lado, a estar intranquilo por lo que dirá mi pareja sobre lo que hago puedo estar en una relación tóxica.
¿Cómo identificarlo?
Aquí te dejo una lista de situaciones que te pueden indicar si estás en una relación así:
JUSTIFICAR SU COMPORTAMIENTO
Muchas veces la justificación está tan solo en encontrar la explicación del comportamiento agresivo y no hacer nada más. “Claro, es que él es así porque sé que ha tenido una infancia muy dura”, “bueno, es que yo también le hinché las narices”, “es que ayer tenía el día cruzado”. Pregúntate ¿realmente tiene justificación lo que te hace?¿es justo para ti?¿te ayuda en algo encontrarle la explicación?
CREER QUE VA A CAMBIAR
“Bueno, pero se da cuenta a veces y pide perdón”, “he visto algún cambio, lleva días sin haber un enfado”. ¿Pero ves un cambio real? ¿ha ido a un terapeuta? ¿está dando pasos reales para lograrlo o esto ya te lo ha prometido otras veces y ha durado dos días? Si él / ella es igual que ayer, si ninguno de los dos se está relacionando de manera distinta ¿cómo se va a producir el cambio?
CREER QUE ESTÁ EN TU CONTROL CAMBIARLO / CORTAR TU LIBERTAD
“Cuando yo dejo de hablar con chicos todo está bien”, “si yo no le digo que salgo no discutimos”, “cuando algo me molesta mejor me callo porque si no se lía”. Esto solo son parches, de repente saltará porque hoy no has contestado a un mensaje lo suficientemente rápido, porque un chico te ha hablado a ti y te ha sonreído, porque ha descubierto que ayer saliste, etc…
No vas a poder controlar todo lo que le produce enfado, y lo peor, cada vez habrá más cosas que le produzcan enfado, primero era solo un amigo en concreto, luego que salieras de fiesta y luego… Así mientras tú crees que controlas, otro va tomando el control sobre ti, pierdes tu libertad, tus intereses. Vives en un nerviosismo constante.
HIPERVIGILANCIA (ANSIEDAD)
Como crees que vas a poder cambiar o evitar su comportamiento agresivo, estás todo el tiempo pendiente de no hacer nada que pueda molestarle, vigilas todo lo que haces durante el día y cuando te enfrentas a una situación de “peligro” (entiéndase una en donde él/ ella pueda enfadarse) en lugar de actuar libremente guiado por tus deseos lo primero que piensas es en el lío que se podría montar.
Por ejemplo, tu pareja es celosa y unos amigos te invitan a un cumpleaños o a un festival y lo primero que piensas no es “qué bien, qué ganas”, sino: “mierda se va a enfadar si voy”. En definitiva, vives con ansiedad ante situaciones que deberían ser normales para ti, que podrían ser incluso alegrías. Pregúntate si esa es la calidad de vida que quieres.
SÍNTOMAS DEPRESIVOS
Has ido perdiendo el control de tu vida y todo el rato te sientes juzgado/a y culpable. Empiezas a pensar que no hay salida, que esto es así o que es todo a lo que puedes aspirar. Si piensas en salir de la relación te sientes impotente y te repites que no puedes, que lo habéis dejado 85 veces y aún seguís juntos.Eras una persona alegre y ahora te sientes una persona amargada, la gente te llega a preguntar que qué te ha pasado y tú no sabes bien qué contestar.
AGRESIONES, AMENAZAS, INSULTOS, SILENCIOS
La parte más visible de un maltrato es la física, los moretones se ven pero ¿y si es solo psicológico?
El maltrato psicológico incluye el menosprecio, las vejaciones, los insultos explícitos (puta, perro, cabrón, zorra, inútil…), las insinuaciones, el control (de dónde vas, lo que haces, lo que dices), las amenazas (“si sales de fiesta te dejo”, “si me dejas te quito a los niños”, etc). Muchas veces todo esto es muy sutil, es compararte con otra persona que “es mejor que tú” o con su ex “que era maravillosa”, o es contar tu intimidad a desconocidos o dejarte en ridículo delante de alguien, también puede ser repetirte lo mal que haces las cosas, etc. Hay infinitos comportamientos que pueden destruir tu integridad.
Pero el maltrato también incluye los silencios, ignorarte, dejarte con la palabra en la boca (el mensaje que hay detrás es: “no te hablo porque no eres importante, no eres nadie”). Todo esto hace que tu autoestima disminuya, empiezas a dudar de todas tus acciones, siempre piensas que podrías haberlo hecho mejor, te sientes sin herramientas porque ante un silencio, o cuando te ignoran no puedes hacer nada. A veces piensas que te vas a volver loco/a.
Cuidado con este punto, una cosa es un insulto puntual o un grito puntual, todo el mundo puede perder los nervios o hacer una crítica, pero otra cosa es una dinámica donde te acabas sintiendo controlado e inferior.
MALA AUTOESTIMA / DESEQUILIBRIO DE PODER
Aunque antes no lo pensaras, te llegas a creer que tú no puedes hacer nada, que no vales nada, que sus opiniones cuentan más. A veces no lo piensas conscientemente pero si tú tienes una necesidad o un deseo siempre queda relegado a lo que la otra persona desea. Sus planes son más importantes. Ellos tienen más derechos que tú, pueden salir, pueden ligar, pueden hablar con todo el mundo, o incluso te han puesto los cuernos, pero tú no podrías.
ALIMENTAR TU MALA AUTOESTIMA: TOMAR COMO REFERENCIA LO QUE TÚ HACES
“Es que yo también me enfrento y le chillo”, “Una vez hasta le dí un bofetón”, “Soy una histérica le llegué a llamar 20 veces seguidas”.
El maltrato no es una situación normal, por lo tanto tus reacciones son reacciones normales ante comportamientos anormales. Muchas víctimas se culpan porque también tienen ira, porque también chillan, porque incluso llegan a tener un comportamiento violento físico para defenderse (como un bofetón), también pueden empezar a tener celos (cuando a lo mejor antes nunca habías sido celoso/a) o porque muestran un comportamiento obsesivo (le llamas o le escribes cientos de veces para saber qué ha pasado, si él / ella sigue enfadado, etc). Todas estas conductas son normales cuando estás siendo víctima de un maltrato, pero no significa que ello te defina, que tú seas así, una histérica o un loco, no eres agresivo/a. Es que pierdes el control porque te sientes impotente ante una situación que se te escapa de las manos.
VERGÜENZA / INCOMPRENSIÓN
No eres capaz de contar lo que ocurre en tu pareja a la gente, te da mucha vergüenza reconocer todas estas cosas. O, si lo has contado, la gente no entiende porqué sigues en la relación, te dicen que lo dejes, que no merece la pena, etc. Muchas veces suele ocurrir que incluso se enfadan contigo porque no rompes con él /ella, pierden la paciencia y te hablan mal. Si esto ocurre probablemente dejes de contar lo que te pasa o que cuentes una versión a medias. Así te empiezas a sentir más aislado/a e impotente. “Es que tienen razón, estoy siempre con lo mismo, soy una pesada”, “ellos no lo entienden”.
SENTIRME CULPABLE POR COSAS QUE NO DEBERÍA
Me echa en cara muchísimas cosas que cuando lo pienso fríamente sé que no son mi culpa, pero me lo repite una y otra vez y cuando me lo está echando en cara me pregunto “¿será verdad que yo soy una histérica?”, “¿he sido yo el culpable del enfado?”, “¿este chico/a está intentando ligar conmigo y yo le habré dado pie?”
Llegas a dudar de muchas de las cosas que haces, o pides perdón por millones de cosas que no son tu culpa pero así el enfado se pasa, así las cosas se arreglan, si yo tengo que pedir perdón para que todo esté bien, lo hago. Pero… ¿bien por cuánto tiempo?
DEPENDENCIA O CODEPENDENCIA
Ambos sois dependientes en la relación porque a pesar de todo lo que pasa, no lo dejáis. “Si pienso racionamente los pros y los contras de la relación debería haberle dejado hace tiempo pero le quiero”. No encuentras ninguna razón más. A veces, a ratos, estáis bien, pero si hicieras balance de lo bueno y lo malo saldría ganando por goleada lo malo. Pero le quiero.
También puede pasar que te hayas convencido de que no puedes dejarlo, te pones mil excusas (“ahora me viene mal, no tengo trabajo”, “es que ayer todo estuvo calmado, quizá cambie”). Incluso piensas que dejarlo sería tan horrible y te causa tanta ansiedad que ni quieres pensarlo. En el fondo sabes que no te merece la pena.
A veces también puedes estar siendo manipulado/a con tus hijos, o con la casa, la familia, los bienes o los amigos. Te amenaza de tal manera que prefieres quedarte en la relación porque irte crees que sería peor.
Hay otro caso donde podrías mantener la relación a pesar de todo, la codependencia, pero ésta tiene otro matiz: soy su cuidador. “Si yo me voy ¿quién le va a querer?”,”¿quién le va a cuidar?”, “es una persona muy difícil (o con muchos problemas) y si yo no le apoyo y estoy a su lado acabará muy mal”.
SI DEJO LA RELACIÓN FRACASO
Has invertido tanto emocionalmente en la relación que ahora no puedes dejar que se acabe sin más. No puedes permitir que te deje así. Además, te tienes que defender de sus ataques, tienes que demostrar que anoche no estabas ligando, que no eres un mentiroso/a , que tú no le quieres engañar, o que no eres una puta… Tienes que explicarle todo, convencerle.
¿Alguna vez funciona? ¿Alguna vez reconoce que estaba equivocado/a? ¿Alguna vez te pide perdón por montarte el pollo? Si tu respuesta es no, vas a tener que preguntarte si la inversión de tiempo, esfuerzo y de nervios que supone explicarte sirve para algo ¿qué pasaría si dejaras de justificarte?
¿Qué hacer una vez identificado?
Puede que leer esto haya sido un jarro de agua fría, quizá ya lo sospecharas pero ahora te parece más claro todo. Ese es el primer paso para tu recuperación. Identificar lo que te ocurre, reconocerlo. Sin ese paso el resto de pasos no tendrían sentido. No hace falta que te sientas identificado/a con todos los síntomas, con que te veas reflejado/a en muchas cosas probablemente sea un maltrato.
No es fácil reconocerlo, implica mucho para ti. La sociedad lo trata como algo excepcional que parece que además solo le ocurre a personas “débiles”. Todo eso es mentira. Le pasa a un montón de gente, mucha más de la que tú crees, esos mismos amigos que te critican y se enfadan por estar en una relación así podrían acabar ellos mismos en una relación parecida.
Pida ayuda a una persona experta
No te vamos a juzgar, podrás soltar toda tu rabia, podremos mejorar la autoestima, trabajar la culpa, las ideas distorsionadas, etc. Es todo un proceso de curación pero con una recompensa tremenda.
Hazlo ya. Cuanto más se destruya tu autoestima más difícil te será dejarlo, cuanto más estás en la relación más difícil es salir. Piénsalo, al principio te hubiera sido muy fácil pero ahora es cada vez más duro ¿verdad?. ¡Escríbenos en el formulario de contacto!¿Cuánto tiempo más vas a ser infeliz?
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