estoy-deprimido

Mitos de la depresión

A menudo escuchamos la frase “estoy depre” con demasiada frecuencia. Solemos utilizar el concepto de depresión para referirnos simplemente a estar tristes, a tener un mal día o estar atravesando una mala racha.

Esto provoca que por un lado, las personas que realmente padecen una depresión se puedan sentir incomprendidas, y por tanto, aumentaremos su malestar; y por otro lado, que se llegue a minimizar el sufrimiento de este cuadro clínico.

¿Qué es la depresión?

Hablamos de depresión cuando una persona presenta 5 o más ítems de la siguiente sintomatología:

  • Bajo estado de ánimo la mayor parte del día
  • Falta de motivación y de disfrute en las actividades que se hacen o en el día a día
  • Cambios en el peso sin estar haciendo dieta o cambios en el apetito
  • Insomnio
  • Pérdida de energía
  • Ansiedad o inquietud
  • Sentimientos de inutilidad o culpa desajustada
  • Ideación suicida recurrente

Por lo tanto, no estamos hablando de tener un mal día o incluso una mala semana, ni podemos simplificar una enfermedad mental en un solo síntoma.

¿Qué mitos relacionamos con la depresión?

  • Estar triste las 24 horas del día: La depresión es un conjunto de síntomas y la tristeza es solo uno de ellos. Que no veamos el sufrimiento de la otra persona o no seamos capaces de percibirlo, no significa que la otra persona no esté sufriendo.
  • Debilidad: Al igual que no culpabilizaríamos a alguien por sufrir asma o cáncer, no podemos culpar a alguien de padecer una enfermedad mental. La depresión no afecta a la gente porque sea débil, es un problema más común de lo que creemos.
  • Se “cura” sola: Como hemos explicado previamente, la depresión no solo es estar triste, implica todo un conjunto de síntomas y que estos interfieran en el día a día. Por lo tanto, no solo no se “cura” sola, sino que si no se aborda adecuadamente, con el paso del tiempo, la sintomatología puede empeorar.
  • Es transitoria: Existen diferentes tipos de depresión. Por un lado, puede ser un episodio único, que remitirá con el adecuado tratamiento; pero también está la posibilidad de experimentar recaídas si no se recibe un tratamiento adecuado.
  • Tiene una causa: Lo más común en las enfermedades mentales es encontrar un origen multicausal, es decir, no es común encontrar una única causa o un evento traumático que provoque por sí solo depresión.

Es verdad que los eventos traumáticos y estresantes pueden ser el estímulo que acabe desencadenando esta serie de síntomas, pero también hay que tener en cuenta factores precipitantes, factores genéticos y las estrategias de afrontamiento de la persona que la padece.

  • Solo se cura con medicación: Esto dependerá de cada caso, ninguna intervención es excluyente de la otra, sino que se complementan. La depresión no se puede tratar únicamente con fármacos, necesitaremos cambiar los esquemas cognitivos de la persona, darle herramientas para poder afrontar mejor las situaciones, trabajar sobre actividades placenteras… pero en muchas ocasiones, la intervención farmacológica puede facilitar la intervención psicológica y lograr una mejor adhesión al tratamiento.

En relación a la medicación, cabe destacar que ha de ser prescrita por el médico de cabecera o por el psiquiatra, valorando la situación individual de cada persona, e identificando por tanto, qué fármaco es el más adecuado en su caso.

Esto significa que aunque conozcamos a alguna persona a la que un determinado fármaco le haya podido beneficiar mucho, no implica que las demás personas vayamos a experimentar el mismo efecto. Es fundamental que un especialista decida el tipo de fármaco, la dosis y la pauta concreta para cada persona en función de sus necesidades.

  • La depresión es un problema de adultos: Este mito es falso ya que también existe la depresión y el suicidio infantil. Sin embargo, los síntomas pueden ser diferentes a los de los adultos, ya que los niños tienden a experimentar más rabia o enfado que tristeza.
  • Depresión = suicidio: La ideación suicida es uno de los diferentes criterios que podemos encontrar a la hora de establecer un diagnóstico, pero puede haber gente con depresión que no tenga ideación suicida, ni mucho menos un plan intencionado.

Estas personas experimentan tal sufrimiento, que puede ser habitual que sientan la idea de acabar con este malestar de esta forma, pero puede ser un pensamiento pasajero motivado por el malestar, que no tiene por qué llevarse a cabo.

No obstante, deberemos estar atentos a estas señales y ofrecer ayuda de un especialista a estas personas.

En conclusión, la depresión no se limita a ser sinónimo de tristeza, hablamos de un conjunto de síntomas, y por tanto, de una enfermedad mental. Por lo que, al igual que en otras enfermedades, no podemos culpar a la persona de padecerla, será el resultado de un conjunto de circunstancias personales, sociales y químicas.

Si te has identificado con alguno de los síntomas anteriores o conoces a alguien que podría estar padeciendo una depresión, no dudes en solicitar ayuda. Desde Quiero Psicología podemos ayudarte.

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta