Trauma por abandono

En muchas ocasiones en terapia se intervienen en situaciones orientadas al miedo que nos produce tan solo pensar en la soledad. Miedo a que nuestra pareja nos deje o miedo a desvincularse de determinadas amistades que ni siquiera nos hacen sentir bien. En un porcentaje muy elevado ese miedo va vinculado al trauma que una persona ha podido tener por abandono ya sea físico, emocional o ambos.

Una persona puede sentir abandono emocional aunque las personas estén a su alrededor cubriendo las necesidades fisiológicas. El abandono también se puede sentir por una muerte inesperada, aunque evidentemente esto ha sido en contra de la misma persona, puede conllevar que sintamos un abandono y una soledad profunda, así como también puede suceder en las personas que han sido adoptadas.

El trauma por abandono suele tener su origen en la infancia. Sufrir un abandono en la infancia es algo  importante que conlleva dificultades a la hora de  relacionarse con el mundo en la vida adulta. Este sentimiento puede tener una grave consecuencia en la autoestima y cuando en alguna ocasión nos encontremos en  situaciones complicadas como por ejemplo; un despido laboral, una ruptura de pareja etc, enseguida nos llevaremos esto al terreno totalmente personal sintiéndonos inválidos y poco suficientes para los demás.

En este caso nos vemos en la obligación de volver a aprender determinadas cosas por nosotros mismos, a vernos y valorarnos como realmente nos merecemos.

¿Qué consecuencias podemos tener?

Es importante entender que no todo el mundo aceptan y expresan las emociones y el dolor de la misma manera, va a depender de muchos factores en los que se hayan desarrollado, no obstante, podrían existir consecuencias comunes:

  • Una de las consecuencias más obvias que podemos observar en la sesión es la dificultad a la hora de establecer relaciones tanto sentimentales como sociales de manera estable. Las personas con sentimientos de abandono tienden a la desconfianza, sentirse vulnerables, o incluso tener épocas de tristeza y apatía que a veces no saben reconocer de donde provienen.
  • Es común observar conductas de autosabotaje (siempre de manera inconsciente). Cuando una persona se encuentra en una relación en ocasiones su propia sensación de poca valía puede provocar conductas y actitudes que conlleven a la ruptura. Esto ocurriría porque no se consideran merecedores de la felicidad..
  • Es posible que haya problemas de una gran dependencia emocional o ansiedad por relacionarse teniendo la necesidad de aprobación y reconocimiento siempre de manera externa.
  • A su vez, es común sufrir ciertas “reminiscencias emocionales”. En ocasiones, algo o alguien reactiva sus sentimientos de abandono y todo su mundo se paraliza de nuevo.
  • Puede aparecer la ansiedad sostenida en el tiempo. Las personas con heridas por abandono suelen estar en un estado constante de hipervigilancia. Al haber vivido situaciones de peligro en la infancia sin que nadie los socorriera, aprenden a no pedir ayuda y tener que reprimir las emociones.

¿Cómo se puede trabajar este trauma?

En una primera instancia hay que hacer un viaje a nuestro mundo interior, utilizar el diario emocional, mirarse al espejo desde la consciencia, poner en práctica conductas y actividades que conlleven ponerse como prioridad. Sobre todo y muy necesario un proceso terapéutico que permita llegar a la introspección y autocuidado, si quieres que nosotras seamos la mano experta que te acompañe en Quiero Psicología estaremos encantadas.

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