Gestionar emocionalmente un cambio laboral
En la actualidad vivimos una situación de incertidumbre debido a los problemas que la inflación pueda estar provocando, esto se ve reflejado en el panorama laboral. Muchas personas se ven obligadas a cambiar constantemente de trabajo para buscar aquellos objetivos laborales que necesitan o mejorar las condiciones salariales que les permita tener una vida.
Sin embargo, es muy significativo cuando comprobamos que a pesar de toda la preparación adecuada, se ven sometidos en trabajo precarios y abusivos, en los que además no son valorados profesionalmente. Todo esto puede conllevar una inestabilidad emocional, además de afectar gravemente a la autoestima.
Algunas demandas en terapia más allá de ayudar a gestionar dichos cambios, también nos hacemos frente ante despidos improcedentes con alegaciones incoherentes o la privación de renovaciones contractuales con la única finalidad de tener contratos temporales que permitan mayor ahorro económico por parte de la empresa. Debido a estas situaciones, mucha gente acaba optando por la posibilidad de opositar, pero este camino tampoco es fácil ya que, conlleva un cambio importante en el modo de vida.
Todos estos factores pueden perjudicar a la estabilidad emocional de una persona. ¿Cómo podemos gestionar emocionalmente los cambios laborales?
- Deja fluir las emociones, al contrario de lo que opinan muchas personas, reprimir las emociones solo nos puede perjudicar. Respetemos nuestro momento de indecisión, nuestro miedo o nuestra rabia. Son emociones necesarias y está bien vivirlas para que puedan ser pasajeras y no se queden enquistadas.
- Aceptar la situación, es mejor focalizarse en aquello que sí podemos gestionar o controlar por nuestra parte que frustrarnos por acontecimientos o cambios que no están en nuestro poder.
- Busca tus refugios externos, aquellos sitios o momentos del día a día que te permite resetear y afrontar los cambios desde otro punto de vista.
- Focalizate en los aspectos positivos del cambio, en ocasiones puede provocar mucho vértigo cambiar de trabajo o asumir nuevos patrones en un mismo puesto laboral, pero puede que dentro de estos cambios se dé una oportunidad buena, busca aquello que puedes ganar con el cambio.
- Valora tus cualidades laborales, y manten objetivos profesionales a los que quieras llegar y ponte a ello, actuación para alcanzarlos.
- Siempre te puedes apoyar en tus seres queridos, te puede ayudar a despejar la mente y valorar la situación desde otra perspectiva.
Por otro lado, nos podemos ver en la situación de interrumpir nuestro ejercicio profesional en contra de nuestra voluntad. ¿Qué pasa si me han despedido?
El despido es un duelo como otro cualquiera y necesita pasar una serie de fases que nos permita gestionar lo sucedido.
- Negación. A veces es muy díficil reconocer la situación acontecida. Esto puede conllevar rabia y frustración constante posicionando a la persona en irritabilidad constante.
- Negociación, en esta fase nos intentamos autorregular utilizando frases como, “todo va a salir bien”.
- Tristeza, esta fase se caracteriza por un sentimiento de vacío e incertidumbre, esto provoca una desmotivación profunda. Es importante tener en cuenta que los motivos de despedido, en ocasiones, van más allá de nuestras cualidades y profesionalidad.
- Valoración de la situación, se revisa los aspectos de la organización y se empieza a valorar nuevas oferta de empleo.
- Aceptación, que consiste en reconocer de forma sincera la situación y aceptarla, sin buscar culpables y asumiéndola. Es un proceso de adaptación a la nueva situación, sin resignación.
Cualquier cambio laboral o situación de desempleo es un factor estresante que en ocasiones sea difícil de gestionar, por ello, no dudes en contactarnos desde Quiero Psicología podemos ayudarte.