¿Qué es ASMR
?ASMR son las siglas de “autonomous sensory meridian response”, o Respuesta sensorial meridiana autónoma, esto quiere decir que es una respuesta disparada por un estímulo externo o interno, automática, ligada a los sentidos y que alcanza un clímax. Hace referencia a una sensación de hormigueo o cosquilleo cálido y agradable, pudiendo llegar a una sensación de euforia de baja intensidad, que es detonado por algunos sonidos e imágenes (desde susurros, diálogos suaves, movimientos de agua, al rasgueo de algún objeto).
Las personas que lo experimentan lo describen como una sensación expansiva relajante y placentera. Solo el 5 % delas personas sienten el ASMR como una estimulación sexual. Aunque suelen mostrarse en escenarios simulados (roleplay) como masajes o interacciones que se dan en servicios personales, a veces puede reducirse únicamente a la manipulación de objetos.
Las condiciones para un mayor efecto eran una atmósfera cálida y acogedora, sin colores brillantes, con sonidos realistas y de ser vídeos, presentando y manipulando objetos de forma clara y próxima (60 centímetros, siendo mayor o menor la distancia según la actividad realizada). Además, los estímulos más efectivos a la hora de inducir efecto son:
- Susurros
- Atención personal
- Sonidos nítidos
- Movimientos lentos
- Tareas repetitivas
Es importante saber que el ASMR no es universal, ya que no todas las personas pueden experimentarlo, aunque se ha observado que las personas más susceptibles reaccionan a un grupo de estímulos similar, de ahí el éxito de los vídeos y audios ASMR en las redes sociales e Internet. Los estudios que han buscado la relación del ASMR con los rasgos de la personalidad, han encontrado que las personas sensibles a este fenómeno suelen presentar una alta apertura a la experiencia y al neuroticismo; así como bajos niveles de escrupulosidad, extraversión y agradabilidad, según el Big Five, Inventario de los Cinco Grandes Rasgos
¿Fenómeno cultural y viral o fenómeno real?
El ASMR se populariza a partir del año 2010, surgiendo una gran cantidad de contenido en Internet. Pero, al no ser un efecto experimentado por todos y viralizado, surgen muchas dudas respecto a la objetividad del fenómeno.
Según la definición del ASMR, se daría una actividad cerebral distinta en las personas que lo experimentan, ya que es una respuesta que conecta estímulos con sensaciones corporales. Aunque los procesos subyacentes siguen sin estar claro, sí parece haber esta actividad cerebral diferente, visible a través de un electroencefalograma. También se ha podido observar una disminución del ritmo cardiaco y aumento de la conductividad en la piel en las personas que refieren ASMR, pero al comparar esta reacción fisiológica con personas que no habían oído hablar del fenómeno, no se encontró diferencias, lo que sugiere que el efecto pueda ser atribuida a una relajación sugestionada por la propia personas durante la experiencia.
Por ello, se puede deducir que el ASMR es una experiencia subjetiva real y bastante compleja a nivel emocional, pero los procesos neurobiológicos quedan todavía poco claros.
Algunos han comparado el ASMR con la experiencia de sinestesia. La sinestesia es el fenómeno en el que un estímulo externo específico causa una experiencia interna en una otro sentido diferente del estimulado: por ejemplo, una persona puede escuchar una nota musical y ver un color, o que un color tenga un olor específico. Aunque algunas personas que sí experimentan sinestesia pueden experimentar también el ASMR, hablamos de fenómenos diferentes. Habría que destacar que las personas sinestésicas pueden experimentar emociones desagradables durante estas asociaciones sensoriales (sentir dolor al escuchar ciertos sonidos, etc.).
¿Herramienta para los síntomas de depresión y de ansiedad?
A pesar de la realidad de la experiencia subjetiva que ya hemos mencionado, algunas personas lo recomiendan como tratamiento para sintomatología más grave de depresión y/o ansiedad. De forma similar a algunas meditaciones o relajaciones guiadas, el ASMR puede evocar sensación de paz y tranquilidad, y permite además distraerse de pensamientos y preocupaciones que podamos tener más intrusivos. También, crea una sensación de atención individualizada, a pesar de que el espectador es uno de muchos miles, lo cual fomenta esa relajación y comodidad.
Un estudio de 2015 concluyó que, en una muestra amplia de hombres y mujeres que consumían ASMR, el 98% lo hacía para relajarse, el 82% con idea de luchar contra el insomnio y otro 82% también para librarse del estrés. Sin embargo, no es una herramienta eficaz y facilita que usuarios lo utilicen para evitar emociones como la ansiedad, tristeza o pensamientos, obstaculizando aprender a gestionarlos de otras maneras o acudir a terapia. De la misma forma, puede crear cierta dependencia del contenido o de los creadores de contenido, en los casos más extremos.
Si resultas ser una persona que siente el efecto ASMR, puedes recurrir a ello, por ejemplo, a la hora de dormir o potenciar un estado de relajación, pero este fenómeno no es sustituto de una terapia, ni de explorar qué puede estar sucediendo psicológicamente. Si te encuentras con síntomas o emociones desagradables leves o intensas, estaremos encantados en ayudarte desde el equipo de Quiero Psicología.